En el departamento de Obras Públicas del cabildo, su director Víctor Zamora, defendió la construcción del nuevo viaducto, asegurando que este será la solución para descongestionar el tráfico vehicular que hay en el centro de la ciudad en las denominadas horas pico.
"Los conductores saldrán directamente desde la calle Ricaurte por el puente hasta la calle 26 de Septiembre, mientras que los carros que vengan de ese sector desembocarán en la calle Olmedo", dijo.
El proyecto del puente que ha sido denominado como Puerto Real, tendrá una longitud de 58 metros por 14 metros de ancho, será de hormigón armado con vigas prefabricadas de hormigón.
El municipio ya contrató los estudios de factibilidad con Armando Reyes, mientras que los de impacto ambiental serán contratados a través de una consultoría especializada.
Una vez que salga la licencia ambiental, las autoridades subirán la información al portal de compras públicas para licitar la obra.

Caotizará más
A los integrantes del colegio de Arquitectos de Manabí, el proyecto no los convence, porque consideran que el nuevo puente caotizará más el centro de la ciudad, y habrá un impacto negativo al ambiente, tanto por la contaminación de los vehículos, como por el comportamiento que tendrá el río con la nueva estructura.
Héctor Cedeño, presidente del gremio, dijo que la alternativa es la aplicación de parqueo tarifado, delimitar el tránsito en el centro histórico y aplicar de manera correcta la Ley de Tránsito.
A quienes dirigen el Instituto de Patrimonio tampoco los convence la obra, porque para dar paso al puente, debe alterarse una vivienda patrimonial que está en el terreno.