Salas, de 63 años, fue abordado por dos desconocidos a bordo de una moto la noche del domingo, cuando se bajó de su auto para abrir el portón del garaje de su vivienda, ubicada en la urbanización Bello Monte, al oeste de la capital.
El empresario, propietario de una fabrica de cortinas, al parecer opuso resistencia a los maleantes, quienes le dispararon dos tiros en la cabeza y uno en el pecho, según datos de la prensa local.
"Mi tío era muy terco y no se iba a dejar robar", dijo a la prensa local Ignacio Mora, sobrino de la víctima, quien recordó que Salas es la cuarta persona asesinada en el último mes en esa zona de Bello Monte.
Salas, quien llevaba 50 años viviendo en Venezuela, regresaba el domingo a su casa después de jugar dominó en el Centro Asturiano, y "se vino temprano porque estaba perdiendo. Tal vez si se hubiera quedado un rato más no le pasa nada", comentó Ignacio Mora.
El empresario, oriundo de la localidad Santander, vivía con su hijo, su nuera y sus dos nietos, y tenía pensado regresar a su tierra natal en cuanto vendiera su fábrica de cortinas, ubicada en el sector Chapellín, en el centro-este capitalino.
"Su esposa regresó a España hace cinco años, precisamente por la situación del país. Él (Salas) estaba por irse, tenía hasta el pasaje comprado", dijo su sobrino Ignacio Mora.