La quema de maleza se les ha salido de las manos a quienes recurren a este tipo de recursos para preparar las tierras, previo a la llegada del invierno.
María Solórzano dijo que en Junín hay un incendio forestal que no ha sido controlado y que ha devastado las montañas de por lo menos tres comunidades.
"La candelada ha pasado por Las Piedras, Caña y Andarieles, y sigue quemando las montañas que encuentra a su paso, inclusive una casa fue consumida por el fuego", dijo la preocupada mujer.
Cieneguita Afuera
En el sitio Cieneguita Afuera también hay rastros de la desvastación originada por la mano del hombre.
Se trata de la propiedad de Edison Palma, quien presuntamente quemó las especies que estaban en su terreno para dar paso al cultivo de maracuyá.
Según los moradores del sector, que se vieron seriamente preocupados por la altura de las llamas, el agricultor ya habría sido amonestado por el departamento de Ambiente del MAGAP, que le habría ordenado reforestar con árboles de balsa.
Antigua práctica
La quema de maleza es una antigua práctica entre los campesinos, que busca ahorrar jornales para el desmonte, pero mucha veces se sale de control.
Al ritmo que avanza la deforestación, el legado a las futuras generaciones será una tierra devastada.