Mariko Silver, subsecretaria adjunta del DHS para asuntos internacionales, explicó en una audiencia que el "Plan de Operaciones para la Violencia en la Frontera del Suroeste" servirá de "guía" para los esfuerzos gubernamentales contra la violencia de los carteles en la zona.
"El DHS ha realizado extensas consultas y planificación con sus socios en las agencias y autoridades locales y estatales para prepararnos para la posibilidad de que se desborde la violencia, y estamos listos para actuar si de hecho surge esa amenaza", dijo ante el subcomité de Asignaciones para la Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.
Silver dijo que hay niveles de criminalidad en las ciudades estadounidenses, pero estos no se comparan "ni en el tipo ni en el grado" de violencia que se registran en México, donde la situación "es innegablemente grave".
Silver repasó las medidas adoptadas por Estados Unidos y México para combatir el crimen transnacional, incluida la capacitación de la policía y agentes de aduanas en el vecino país, así como el tráfico de dinero en efectivo y armas hacia el sur.
Agregó que ambos países colaboran en la creación de una Patrulla Fronteriza en México para reforzar la vigilancia en la zona.
El legislador republicano por Kentucky, Hal Rogers, se quejó de que los narcotraficantes operan "casi con impunidad" en la frontera común, donde domina una cultura de "plato o plomo", en la que los vecinos deben decidir entre "el soborno o la muerte".
Agregó que, pese a los esfuerzos "notables" de EE.UU. y del Gobierno del presidente mexicano, Felipe Calderón, la violencia en ese país va en aumento: entre enero y octubre pasado, cerca de 7.000 personas han muerto en crímenes derivados del narcotráfico.
Esa cifra supera los 6.400 de 2008 y "va camino de registrar cerca de 9.000 para fines de año", advirtió Rogers.
Solo en Ciudad Juárez, considerada una de las más peligrosas en el mundo, el número de asesinatos ha superado los 2.000 y se prevé que aumentará en casi un 25 por ciento en comparación con 2008, agregó.
Silver se comprometió a dar un informe, a puerta cerrada, sobre si el cartel de la Familia Michoacana ha logrado fortalecerse tras el arresto de más 300 presuntos miembros en 19 estados el mes pasado.
El subsecretario para Inmigración y Aduanas de DHS, John Morton, dijo que ese cartel "no está desmantelado", pero que el Gobierno continuará enfocando sus esfuerzos en una "acertada estrategia" para combatirlo.
Señaló que EE.UU. y México firmarán el mes próximo una versión mejorada del "plan estratégico bilateral", en marcha desde agosto de 2007 para combatir los crímenes en la frontera común.
La congresista demócrata Nita Lowey abogó por un mayor combate al trasiego de armas hacia México que nutren la narcoviolencia.
Recordó que, según informe oficial, el 87 por ciento de las armas rastreadas en México en los últimos cinco años proviene de Estados Unidos y el 68 por ciento de las armas es de fabricación estadounidense.
Lowey dijo que EE.UU. entregará, en una ceremonia el próximo 14 de diciembre, cinco helicópteros para ayudar en la lucha contra el narcotráfico en México.