Ayer,  a partir de las diez de la mañana, dos miembros de la Policía Nacional llegaron a la oficina de la Brigada de Delitos Contra la Vida del Ministerio Público, en Portoviejo, a rendir una versión como parte del proceso de indagación. El pedido fue formulado por el fiscal Rubén Coello.
Los dos citados fueron el capitán de la policía Williams Salazar  y el cabo Ramón Moreira, miembro de la Policía Judicial.
Salazar dijo que desconocía por qué se lo citaba a declarar y que no estaba autorizado para dar declaraciones.
Sin embargo, cuando se le recordó que Mauricio Montesdeoca había dado una rueda de prensa en la que lo señalaba a él y a otros miembros policiales como corruptos y de intimidarlo no pudo evitar responder al juez y dijo: "Mauricio no era mi amigo ni mi enemigo, digamos que era un conocido”.
Continuó diciendo  Salazar “siempre he trabajado en base a principios  y uno de ellos es el respeto a los derechos humanos. Además la denuncia en mi contra nunca estuvo firmada por él, y ya fue retirada”.
El capitán, vestido con un pantalón bluyín y una camisa negra, comentó que en el mes que “El Justiciero” fue asesinado él cumplía funciones administrativas al lado del, en ese entonces, comandante provincial de la policía, Edwin Báez.
Manifestó que su traslado a otra provincia del país no tuvo nada que ver con ese hecho, pues era un cambio que había pedido con meses de anticipación.

En reserva
Por tratarse de un caso que aún está en indagación, las declaraciones que dieron los dos policías se man-tienen en reserva, señaló el fiscal Coello.

Antecedentes
“El Justiciero” fue asesinado la noche del 15 de julio cuando en su vehículo pathfinder  intentaba ingresar a su domicilio, ubicado en la ciudadela Ceibos del Norte, en el paso lateral de Portoviejo.
Vecinos comentaron que sujetos a bordo de dos camionetas lo emboscaron y le dispararon por reiteradas ocasiones, la policía contabilizó 44 impactos de bala, mientras que el médico legista contó 13 tiros en el cuerpo de Montesdeoca.
Las investigaciones determinaron que las balas que acabaron con la vida del líder del Movimiento Justicia Libertaria Alfarista fueron tipo fusil, armas que generalmente son utilizadas por grupos especiales de la policía. Los jefes policiales descartaron cualquier implicación en el hecho.

Contra la
inseguridad
Mauricio Montesdeoca fue un personaje querido por unos y odiado por otros en la provincia de Manabí.
La figura de "El Justiciero" se hizo pública cuando los sujetos involucrados en la muerte de sus dos hermanos y de un primo aparecieron asesinados.
De allí en adelante era "vox populi" el comentario de que estaba involucrado en el acribillamiento de muchos de los delincuentes,
lo que él siempre desmintió.