Indicó, además, que el Gobierno no cederá a la prepotencia de grupos u organizaciones, por "muy importantes que estos sean".

Sobre las protestas de ciertas organizaciones en todo el país, el Primer Mandatario manifestó que éstas han tenido poca acogida.

"El país está en total calma gracias a Dios, porque las movilizaciones indígenas no han tenido acogida por el lado de la población", acotó.

Sin embargo, sostuvo que se aplicará la ley con firmeza ante el cierre de carreteras ya que es un delito penal y un atentado a la seguridad del Estado.

"Lamentablemente tenemos que aplicar la ley con toda su firmeza (…). Ya se ha hecho costumbre convocar a un levantamiento con cierre de carreteras, esa amenaza es un delito penado de uno a tres años de prisión; y el cierre de carreteras es atentado a la seguridad del Estado, y es penado con entre 8 y 12 años de prisión", aseveró.

Por último, el presidente Correa señaló que el país tiene que cambiar y que no se puede propiciar el caos y menos de forma ilegítima.