La policía intervino para reprimir los brotes de violencia en el colegio nacional Portoviejo y en el centro de la capital manabita.
El rector del colegio Portoviejo, Carlos Centeno, aseguró que estudiantes de los colegios Paulo Emilio Macias y Bruno Sánchez irrumpieron en el plantel, rompieron vidrios, forzaron puertas y obligaron a suspender las clases.
Añadió que el interior del colegio, donde se educan unas 4.000 mujeres, fue “un caos total” y que los atacantes “trataban de manosear a las estudiantes”. Indicó que la irrupción estaba comandada por dirigentes y que los que más incitaban eran miembros de la Federación de Estudiantes Universitarios de Ecuador (FEUE).
Centeno dijo que la policía sólo envió a cuatro agentes que “salieron corriendo” frente al ataque los estudiantes.
Una estudiante del Portoviejo comentó que los agresores las obligaron a salir y, entre insultos y agresiones físicas, las obligaron a retirarse a sus casas.

Caos en el centro
Otro grupo, en el centro de Portoviejo, se encargó de obligar al cierre de locales comerciales y atacó a la Dirección Provincial de Educación de Manabí. Un reportero de radio Sucre comentó que los manifestantes usaron las piedras de los montículos que dejaron las compañías que construyen el plan de agua potable de Portoviejo. También se lanzaron palos.
Varias personas resultaron con golpes y heridas leves.
Cerca de allí se encuentra la escuela Francisco Pacheco. Una de las maestras dijo por vía telefónica que las niñas que se educan allí debieron salir a sus casas y que había preocupación en los padres de familia por posibles agresiones que pudiera sufrir el plantel.
Entre los manifestantes se encontraba Ana Pilay, concejala de Portoviejo, afiliada al Movimiento Popular Democrático, partido vinculado con la FEUE, la UNE y la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador.

Detenidos
La policía no dio los nombres de los detenidos. Sin embargo, se conoció que algunos de ellos fueron apresados cuando intentaban fugar en buses urbanos.
Manuel Moreira, dirigente de la UNE, manifestó que su gremio no puede responder por las actuaciones de los estudiantes que “sólo reaccionan a los abusos del gobierno”. También expresó que las detenciones son “producto de la prepotencia”  del régimen.