La desesperación por lograr trabajo empujó a estos ciudadanos, hombres y mujeres, a pernoctar a la intemperie por varios días, evidenciándose una situación similar en casi todas las regiones de la nación, de acuerdo a las imágenes transmitidas por la televisión desde algunas ciudades de Ecuador. El presente régimen, al igual que los anteriores, cuando llegó al poder subió entre su carga de promesas la de generar empleos para que el pueblo pueda mejorar su economía, algo que no solamente no ha logrado cumplir sino que, como se aprecia en el caso comentado, pareciera que ni siquiera ha podido detener por aparente aumento de este flagelo social. Versados en la situación actual de la comunidad ecuatoriana señalan a la ausencia de fuentes de trabajo como uno de los factores que mayor inciden en el incremento de los delitos, pues la imposibilidad de lograr una ocupación rentada induce al desvío de la conducta general. La cantidad de aspirantes a ser policía sorprendió a los mismos directivos de la institución oficial, comprobándose, por las propias expresiones de los interesados, que la mayoría de ellos lo que deseaba era tener un sueldo fijo ante la carencia de otros medios para su manutención. Vale, entonces, esta experiencia, graficada en la urgencia de la juventud ecuatoriana desempleada, para que el gobierno medite en sus acciones y empiece a dar pasos a trabajar en lo realmente urgente, en procura de satisfacer las verdaderas necesidades del pueblo como es la creación de plazas de ocupación laboral.