Con el auto de prisión la justicia mexicana hace a un lado la insistencia de la familia del delincuente que asegura que padece de trastornos mentales. Flores Pereira secuestró bajo amenaza de bomba el vuelo 575 de Aeroméxico que había partido de Cancún con destino a la Ciudad de México, con 104 pasajeros y siete tripulantes. El juez también consideró que el secuestrador cometió "sabotaje, bajo la hipótesis de entorpecimiento ilícito de vías de comunicación", pero la fiscalía no informó los años adicionales que tendría que purgar por este delito. "Jamás me voy a arrepentir, estoy contento porque Dios me utilizó" para dar un mensaje al mundo, dijo Flores Pereira, durante su traslado el viernes a una prisión de la capital mexicana. El secuestrador, arrestado en un operativo relámpago por la policía federal, pedía hablar con el presidente, Felipe Calderón, para darle el mensaje divino de que un terremoto de gran escala se registraría en México en 2013.