En menos de dos horas, unas cinco amigas de “María” tenían el video, las mujeres especulaban sobre quién era la infante que se veía en la grabación celular, una menor de unos 13 años de edad que vivía en un barrio marginal de la ciudad. Como este caso hay muchos, sin embargo las denuncias que llegan a la Fiscalía de Portoviejo son mínimas, señaló Luis María Camacho, fiscal de adolescentes infractores. El agente indicó que el artículo 528 del Código Penal sanciona con cárcel de seis a nueve años a la persona que produzca, publique o comercialice material pornográfico. El artículo 66 literal 20 también protege el derecho a la intimidad personal y familiar. Sin embargo, a pesar de estas prohibiciones el traspaso de pornografía vía celular se ha vuelto común entre quienes poseen un equipo con esta capacidad. Así lo confirma José, quien se reunió con varios amigos en el parqueadero de la empresa donde trabaja, y como si se tratara de una novedad pasó los nuevos videos que están circulando vía celular, imágenes no autorizadas en algunos casos. Para la fiscalía es difícil determinar este tipo de delitos, uno de los obstáculos es la falta de denuncia, en lo que va del año sólo se registran dos. El otro inconveniente es que en caso de que se descubra a una persona distribuyendo ilegalmente el material, el agente fiscal tiene que demostrar su responsabilidad, lo que resulta casi imposible, indicó Camacho. María Eugenia Vallejo, de la brigada de delitos sexuales de la fiscalía, indicó que a veces es vergonzoso para la persona que se ha visto involucrada en el hecho hacer la denuncia, quizás esa sea una de las razones por las cuales, en lo que va del año, a su despacho ha llegado sólo un caso que se encuentra en indagación previa. Problema social Ángela Mero, psicóloga clínica, cree que el problema de distribuir este tipo de imágenes prohibidas no es sólo legal, sino también social. Ella indica que con este tipo de videos se daña la psiquis de la persona y allí surgen otras adicciones como masturbación o acoso y hasta desviaciones sexuales. La falta de educación sexual dentro del hogar está en decadencia y sería una de las causas para que valiéndose de la tecnología sean cada vez más los jóvenes que se distraigan con este tipo de mensajes que no tienen ningún tipo de control, señaló la psicóloga.