Fueron kilómetros de recorrido en el cual un sinnúmero de habitantes nos unimos a ese gran sueño que desde los años 60 se viene buscando, y con una mayor intensidad desde hace 12 años y que hoy en día se siente con una mayor efervescencia; aún están en mi mente recuerdos de haber visto familias enteras juntas: papá, mamá, hijos, nueras, yernos y nietos; entre amigos o simplemente arribaron solos y el ambiente de familiaridad y amistad que se vivió hizo que aquellos solitarios se unieran al sinnúmero de galladas que se formaron aquel día. Entre cantos, consignas y vivas, uno a uno los Charapotos expresamos nuestros sentimientos de ser Independientes administrativa y políticamente, ese sueño de ser Cantón y no simplemente una parroquia más de la circunscripción rural de Sucre, ese anhelo que muchos de los que hoy se han adelantado al encuentro con el Ser Supremo tuvieron y estoy seguro desde donde se encuentren siguen teniendo. Es que ser el pueblo más antiguo del Ecuador, cuna de un Presidente de República, el poseer un gran valle que da como frutos el mejor arroz que se produce en nuestro País, contar con los balnearios más atractivos y acogedores de la costa Ecuatoriana y sobremanera ser la cuna de hombres y mujeres valientes, trabajadores y de grandes retos; hacen que por Historia y Justicia este pedacito del Ecuador logre ser el Cantón número 23 de Manabí. Hoy quiero aprovechar y hacer un llamado a cada uno de los habitantes de Charapotó y sus comunidades a estar atentos, a dejar de lado el miedo, a desechar rivalidades, a omitir ideologías políticas, a contribuir con ideas, a unirnos a este gran sueño y sobre todo a lucir ese amarillo blanco y verde, colores de la bandera de Charapotó, como coraza de nuestros corazones y vestimenta de nuestro diario vivir. El extinto autor y compositor Charapoto Abilio Bermúdez plasmó en su famoso “Pasillo a Charapotó”, ese sentimiento profundo de amor que tenemos para con nuestro pueblo y hoy esta canción que endulza nuestros oídos y que no nos cansamos de escuchar es nuestro himno, es nuestro grito de guerra; y es de este hermoso pasillo, del cual me permito sacar un extracto, que los invito amigos y amigas de Charapotó a cantar y corear a viva voz por siempre: “Mi pecho lanza este grito con coraje y con amor, que viva Charapotó, Manabí y el Ecuador”