Guanoluisa, empleada, manifestó que para cometer el delito, primero entró un sujeto con el pretexto de pedir una llamada a Guayaquil y preguntó qué serie telefónica debía utilizar, pasaron unos minutos y como el tipo quería que la chica saliera de la cabina donde estaba atendiendo le dijo que no le salía la llamada y que le hiciera el favor de marcarle ella. La empleada accedió, lo que fue aprovechado por el delincuente para amenazarla y llevarla a una habitación contigua, mientras tanto se había hecho presente un segundo antisocial, y entre los dos dominaron a la dependiente, procediendo a amarrarla con un cable y ponerle una mordaza con cinta plástica, añadió el dueño del negocio. Del delito se pudieron enterar gracias a que una persona entró a hacer una llamada, quien se extrañó de que el local estuviera solo, por lo que agudizó sus sentidos y pudo percibir un lamento que provenía del interior de un cuarto, al que entró y descubrió a la chica que estaba amarrada. De inmediato dio la voz de alarma y los curiosos llegaron. El perjudicado dijo que los individuos se llevaron numerosas tarjetas de celular y 300 dólares, se quejó de que fue a pedir el auxilio de la policía de Paján, pero no había nadie en el destacamento. Guanoluisa recordó que recién hace 20 días le robaron en el mismo negocio.