Ellas son parte de las 15 internas que están en la cárcel de mujeres, que forman parte de los talleres de rehabilitación que realizan entidades como la Dirección Nacional de Educación Permanente (DINEP) y el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional (SECAP). La instructora Juana Macías las observa y ayuda en cada una de las labores que las mujeres requieren para elaborar peluches, cojines, almohadones, y otras actividades. Cuando se les pregunta si venden todo lo que confeccionan, Marilyn dice en voz alta que no, que todo lo envía a su familia; sus compañeras no comentan nada, pero sí lo hace doña Juana quien expresa que otras internas comercializan todo y que ese dinero es para ayudar a quienes esperan su salida de la cárcel. “Aquí hacemos de todo y utilizamos hasta los retazos más pequeños”, comenta la instructora. Colaboración Narcisa Chérrez es la directora del centro, e indicó que tanto la dirección nacional de rehabilitación social, como el Ministerio de Justicia quieren que las detenidas se rehabiliten y puedan adquirir conocimientos que les permitan tener un mejor nivel de vida al salir. Es por eso que las internas han adquirido conocimientos de cocina, costura, panadería y computación; además hábitos de lectura en la biblioteca del lugar. “La capacitación ha dado resultados, y en los próximos días abriremos un taller para confeccionar objetos de tagua; ya tenemos el espacio y sólo faltan las maquinarias que serán entregadas por la casa hogar Belén”, dijo. La mayoría de las detenidas son por tenencia de droga. Cherrez dijo además que una de las detenidas tiene con ella a su hijo de cuatro meses; de acuerdo a la Ley, el menor estará en ese lugar hasta los tres años para que no pierda contacto con la madre, luego será trasladado hasta la casa hogar Belén.