Hago un paréntesis en mis nálisis políticos para dar paso al sentimiento, la amistad, el afecto. La circunstancia lo amerita; “lo cortés, no quita lo valiente”. El triunfo de Elba González, como la primera alcaldesa de Tosagua; y la reelección de Mariano Zambrano como prefecto, motivan este comentario.
Es que soy campesino, montubio, montonero. Hombre de la tierra, curtido de sol y de montaña, de ríos y de mar, como mis antepasados. Nací en Calceta, junto al Carrizal; y en la adolescencia, recalé en las riberas del Portoviejo. Aprendimos a respetar a las mujeres; a no insultarlas. Por eso nos sublevan los “dictadores”, que las insultan impunemente, sin recordar que tienen una madre. Y doña Elba es mi paisana. Mujer aguerrida y trabajadora, que sigue cosechando triunfos, sin importar las calumnias, que son las armas de los cobardes.
La escuché decir en una reciente entrevista: “Estoy en la tercera edad, pero tengo la suficiente energía para seguir sirviendo a mi provincia”. Me emocioné, admiré esa bizarría femenina… y estoy seguro que Elba hará la mejor alcaldía en toda la historia de Tosagua. Y todos tenemos que ayudarla, sobre todo los hombres y mujeres de cultura, porque Elba es mujer también de realizaciones culturales; si no que lo digan el gran Museo de Bahía, el de Portoviejo, que ayudó a crear, igual que el de Manta la Casa Americana, sede de la CCE-Bahía, razón explicable para que haya sido nombrada Presidenta vitalicia de dicha institución.
Y ahora doña Elba estará junto a Mariano, como alcaldesa, según la nueva estructura del Consejo Provincial. Y desde ahora les encomendamos, como tarea prioritaria, lograr que en la próxima asamblea legislativa se reforme la Constitución para atender el “mandato de Manabí”. Nada de miedo, nada de reverencias frente al “dictador”. Tenemos que vengar la “traición de Montecristi”. Y Mariano sabe que su gran votación lograda se iguala con la de Correa. Y Mariano también es campesino y hace cinco años, cuando le ayudamos a ganar su primera elección a la prefectura como parte del grupo de la autonomía provincial, lo presentamos como “el gran montubio de Olla Vieja…” y le entregamos el slogan de “Manabí Primero”, que ahora como movimiento político ha logrado el triunfo. Ha llegado el gran momento de la autonomía provincial, sin uniones extrañas.
Manabí se basta a sí misma. Somos la provincia más singular del Ecuador, solamente falta que nuestros líderes, hombres y mujeres, sintonicen la nueva hora que vive la Patria.
Elba y Mariano deben comprender que este será el mayor aporte de nuestra generación. Sin autonomía provincial viviremos humillados y ofendidos. Nunca lograremos el desarrollo integral. No es cuestión de carreteras y puentes que puede darnos el “dictador”. Es cuestión de dignidad provincial. Si la generación de Alfaro nos dio la libertad económica y mayor jerarquía en el escenario nacional y mundial.
¡Mariano y Elba pueden conquistarlo!
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