La cantante británica Amy Winehouse volvió a decepcionar a sus seguidores al interrumpir un concierto en la isla de Santa Lucía, en el Caribe, a causa de fuertes lluvias y problemas técnicos.
La vuelta de Amy a los escenarios tras los múltiples sobresaltos de su agitada vida se encontró el pasado viernes con un obstáculo insospechado: el clima caribeño de la isla Santa Lucía, donde reside desde hace meses, en un intento de apartarse de las tentaciones. La cantante, que ha alcanzado fama mundial con sólo dos álbumes en el mercado, se vio obligada a abandonar el escenario durante su actuación en el Festival de Jazz de Santa Lucía a causa de la copiosa lluvia, según informó Chris Goodman, portavoz de Winehouse. Esta era la primera actuación de la intérprete este año.
Posiblemente ebria
Según otras fuentes, Winehouse se marchó al oír los abucheos del público.
La cantante, informaba ayer el periódico Daily Mail en su edición online, "parecía tener dificultades en mantener el equilibrio y se equivocaba con la letra de sus canciones". Cuando la audiencia protestó, sigue el diario, la cantante gritó "que os den" al público, al menos dos veces, antes de abandonar el escenario.