Revisado el procedimiento y los beneficios recibidos, la acción oficial dispone la supresión de beneficios y pagos considerados privilegios, entre los cuales constan la transferencia de cargos a los familiares de los trabajadores que fallecen o que se jubilan, pago de vacaciones y beneficios para la familia del trabajador. Se elimina las tradicionales entregas de anillos para quienes cumplían cierto número de años en el trabajo, obsequios por aniversarios, por el Día del Trabajo; igualmente la entrega gratuita de productos y servicios que genere la empresa, gratificaciones adicionales al retirarse voluntariamente el trabajador, entre otras. Las consideraciones sobre esta medida manifiestan que obedece a la necesidad de regular excesos que ubicaban como privilegiados a trabajadores de ciertas instituciones públicas en relación a otras, por lo que el decreto apunta a cortar estas diferencias y a encauzar los contratos manteniendo sus derechos, siempre y cuando estén dentro de los mandatos, reglamentos, el decreto y las regulaciones del Ministerio de Trabajo. Así desaparecen “logros” sindicalistas que tendían al abuso y que, generalmente, se los obtenían con la presión ejercida para ubicar en una encrucijada a los patronos, que terminaban cediendo a los pedidos aunque estos atentaran contra la misma estabilidad de la institución. "Desaparecen “logros” sindicalistas que tendían al abuso"