El Estudiantes ha ganado los cuatro partidos de esta edición del torneo continental disputados en el estadio Ciudad de La Plata, tres de ellos en la fase de grupos, con doce goles anotados y sólo dos encajados. Con un notable rendimiento individual y colectivo en la primera parte y al aprovechar las oportunidades que tuvo en la segunda, con alguna facilidad otorgada por el árbitro brasileño Carlos Simon, el equipo que dirige Alejandro Sabella logró una ventaja que complica a los paraguayos para el encuentro de vuelta. La formación bonaerense sorprendió a propios y extraños antes de que se cumplieran los treinta segundos de juego. Pegó primero, sin darle tiempo a nada al conjunto asunceño, que había interrumpido el primer avance local con una falta. Verón se hizo cargo del asunto, cedió a Leandro Benítez, éste tocó hacia la derecha por donde Fernández entraba al área libre de marcajes y tras dar una vuelta sobre el balón, tuvo tiempo de acomodarse y levantar la vista para abrir el marcador con un remate fuerte y alto. El colombiano Vladimir Marín tuvo la oportunidad de igualar a los tres minutos con un tiro libre que desvió el meta Mariano Andújar, pegó en un palo y salió al córner. El partido se abrió antes de lo previsto, se hizo intenso y atractivo cuando se presumía una cerrazón en la zona media, donde cada equipo se disponía a instalarse con al menos cinco jugadores cada uno. El Libertad, fiel a su estilo, presionó en ese sector al Estudiantes e intentó controlar la pelota, pero los argentinos, con un Fernández movedizo y emprendedor, lograron soltarse en varias ocasiones y provocar peligro a través del delantero Mauro Boselli. Los paraguayos, que mantuvieron la postura, insistieron en buscar los espacios para progresar, en adelantarse con el balón dominado y no pudieron porque Verón, Fernández (en uno de sus mejores partidos del año), Benítez y Rodrigo Braña se adueñaron del juego y manejaron la situación. Un remate de cabeza del central estudiantil Leandro Desábato dio en el larguero de la portería de Jorge Bava a los 40 minutos y sesenta segundos después Verón eludió en velocidad a un defensa paraguayo y remató apenas desviado. Se sobrepuso el Libertad desde el comienzo de la segunda parte, creció el rendimiento de Luis Ramírez, se mostró más coordinado y preciso, avisó que estaba dispuesto a bregar por el empate y Juan Samudio, con un remate de media distancia, exigió a fondo a Andújar, que logró desviar el balón. Pero un error arbitral cambió el curso del partido. A instancias de un asistente el árbitro Simon pitó penalti por una falta inexistente de Miguel Samudio a Cristian Angeleri a los 61 minutos y expulsó al futbolista paraguayo al mostrarle la tarjeta amarilla por segunda vez. Mauro Boselli remató desde los once metros y marcó el segundo tanto del equipo local (m.63) en un momento clave del partido. Al conjunto paraguayo, con diez jugadores en el campo y un gran nerviosismo, todo se le hizo cuesta arriba. Igualmente intentó luchar contra la adversidad, pero una notable jugada de Verón y un error del meta Bava terminó con un tanto de cabeza de Bosellí (m.70), el tercero de una victoria que huele a clasificación.