Para ellos la llegada del invierno fue sinónimo de preocupación sólo de pensar que las quebradas Montesanto y Galápagos podrían volver a salir como ocurrió en el año 2002, y que al caminar o pasar en vehículo por las calles que conformarían el anillo vial iban a encontrar lodo. "Dios fue benigno y no hubo lluvias, fue por eso que no tuvimos mayores problemas en el invierno", dijo José Quiroz, morador y dirigente del sector, quien señaló que el encauzamiento de las quebradas quedó inconcluso el año pasado a raíz que el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), rescindió el contrato con la empresa Carlo Poggi; mientras que las obras en el anillo vial fueron suspendidas por la empresa Ciudad Rodrigo desde enero de este año. Todos enfermos José Cedeño vive en la ciudadela Vicente Vélez, donde empieza el anillo vial. Contó que en el sector la mayoría de las personas ha enfermado por la cantidad de polvo que respiran. "Esto es un desastre, las calles parecen el viejo oeste por la cantidad de polvo que hay", dijo con su voz afectada por un problema respiratorio. Susto por Montesanto En torno al tema de las quebradas, Quiroz indicó que esperan que el Miduvi cancele los valores pendientes a la empresa Poggi y que nuevamente llamen a licitación para que la obra sea terminada. Hasta tanto, aspiran a que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército realice obras de mitigación. El ducto por donde deben bajar las aguas de las quebradas está lleno de maleza y animales muertos. Retomarán obra La construcción del anillo vial fue contratada por el Consejo Provincial de Manabí. El director de Obras Públicas de esa entidad, Víctor Espinoza, señaló que conversó con Isaac Vélez, gerente de Ciudad Rodrigo, quien asumió el compromiso de retomar las labores esta semana. No intervendrán en todos los tramos porque aún la Emapap construye cajas de revisión e instalación de tubería para el alcantarillado sanitario y pluvial.