Las viviendas que se levantan atrás de altas murallas lucen vacías, y en sus calles poco o ningún carro circula, eso es porque la mayoría o por decir todos sus habitantes salen a trabajar. En el lugar no se observan despensas o cabinas telefónicas, las pocas personas que pueden ser observadas realizando quehaceres domésticos o cuidando jardines aseguran que es porque es un barrio de clase media alta. Una finca Manuel Vélez, jardinero de una de las viviendas contó que hace 40 años, lo que hoy es ciudadela era una finca que pertenecía a un ingeniero cuyo apellido no recordaba; según dijo a mediados de la década de los 70 empezó a lotizar la hacienda y a vender los terrenos. "El lugar se llama Los Mangos porque lo que más había en esa finca era árboles de ese fruto", dijo. Hoy en el lugar son pocas las especies que aún subsisten; uno está en la vivienda de los familiares de quien era dueño de los terrenos, y otro está en medio de una calle que no tienen nombre. Cerca de todo Fabián Torres habita en Los Mangos hace poco tiempo, y contó que la ciudadela está cerca de todo y tiene todos los servicios básicos. "Tenemos centros educativos y estamos cerca del centro de la ciudad y del hospital del IESS", afirmó. Lo que sí indicó es que por falta del cerramiento en un sector del aeropuerto, personas de otros barrios llegan a robar debido a que la mayoría de las casas están vacías en horas de la mañana y tarde, por lo que señaló se hace necesario que la Policía realice patrullajes constantes. Nombres de calles Las calles de Los Mangos tienen nombres como Horacio Hidrovo, Manuel Palomeque, Homero Cevallos y otros personajes de la ciudad.