Si se los consume en abundancia o de la forma no adecuada se está poniendo en riesgo la salud. Las comidas rápidas como amburguesas y papas fritas deben evitarse.
En el desayuno por ejemplo se puede comer una porción de queso con pan, una fruta entera o en jugo. Hay quienes acostumbran a comer a media mañana un encebollado, y ya a la hora del almuerzo comen arroz en abundancia, mas frituras y papas, dejando de lado alimentos que contienen fibra y otros nutrientes esenciales.
Si esto se repite durante la semana es probable que la persona empiece a presentar problemas en su salud que a la larga pueden traer complicaciones.
El pan integral por ejemplo es un producto aconsejable, aunque no tiene menos hidrato de carbono que el pan normal ni menos caloría, aporta fibra que a su vez ayuda a bajar los niveles de colesterol malo.
Las calorías totales diarias que se deben consumir son de 15 a 20 por ciento proteinas, del 25 al 30 por ciento grasas, y 55 al 60 por ciento hidratos de carbono, esto dependiendo del estado de salud de la persona y su edad.
Un niño normal sin problema de sobrepeso por ejemplo necesita un mayor consumo de carbohidratos.