Él se lamentaba por la muerte de su hijo Edwin Palacios Pincay, de 20 años de edad, quien fue asesinado de ocho disparos. Según el entristecido padre, quien no tiene claro si denunciará este hecho de sangre ante el Ministerio Público, caminaba con su hijo la noche del sábado por las calles del sector Santana de la parroquia Eloy Alfaro, con dirección a su domicilio, alrededor de las 21h00. Señaló que ambos iban conversando, ya que minutos antes habían cerrado el local de ebanistería en el cual ambos trabajaban. El asesino llegó en un taxi De pronto, un taxi se estacionó frente a ellos, y del vehículo bajó un individuo. El sujeto se dirigió hacía el hoy occiso y sin darle tiempo a nada le descargó ocho tiros en diferentes partes del cuerpo, para de inmediato darse a la fuga con un cómplice que conducía el automóvil. Tirado en el piso todo ensangrentado, y aún con señales de vida, el herido fue socorrido y trasladado a la sala de emergencia del hospital Rodríguez Zambrano. Sin embargo, en el trayecto falleció. Edwin vivía en unión libre con Liseth Mero, quien actualmente tiene seis meses de embarazo. Hace seis años vive en Manta, pues es oriundo de Alajuela de Portoviejo, lugar donde hoy en la mañana será sepultado. Su padre también dijo que su hijo era un joven sano que no se metía con nadie, por lo que no comprende por qué lo mataron. Desconoce si habría estado amenazado de muerte, y sin dudarlo, cree que el asesino se equivoco de víctima; añadió que por lo oscuro del lugar y la desesperación que vivió, no se dio cuenta de las placas del carro, mucho menos de la cooperativa a la que pertenece el taxi.