Las víctimas fallecieron entre los pasados días 11 al 28 de abril, por lo que se puede concluir que la evolución de la epidemia "se encuentra en su fase de descenso", aseguró Córdova. El funcionario explicó que el "pico" de la enfermedad "a nivel nacional se dio entre el 23 y 28 de abril". Los resultados "muestran que el virus ha sido susceptible a los antivirales" y que "las medidas preventivas parecen haber sido efectivas para cortar la transmisión", apuntó Córdova. Según los datos divulgados hoy por la Secretaría de Salud, la epidemia abarca ya a 23 de los 32 estados del país, aunque la mayoría de casos se han registrado en la capital mexicana y su zona metropolitana. De los 506 casos positivos registrados en México el 53,8% son de mujeres y el 46,2% de hombres. La mayor parte de los contagios se dieron en niños de 0 a 9 años (24,1%), menores de 10 a 19 años (23,7%), jóvenes de 20 a 29 años (23,7%) y adultos de 30 a 39 años (13,6%). El sábado las autoridades sanitarias visitaron a 45 familiares de pacientes que murieron por gripe A o con cuadros sospechosos y de todos ellos sólo una persona estaba contagiada. "No debemos bajar la guardia y en caso de que la tendencia se modifique se tomarán las medidas recomendadas", puntualizó Córdova. Una vez más, como lo ha hecho en los últimos dos días, el funcionario defendió las acciones adoptadas por el gobierno mexicano para contener la epidemia. En este sentido, aseguró que las autoridades mexicanas estimaron en 2005 que una pandemia generalizada de "influenza", con una tasa de ataque del 25%, "potencialmente" podría causar en el país "más de 50.000 defunciones, 250.000 hospitalizaciones y 15 millones de consultas (médicas) en un periodo de 8 semanas". Explicó que como la cepa del virus de gripe A es nueva en el mundo, y los primeros casos fueron descubiertos a mediados de abril, "no es posible conocer su comportamiento epidemiológico y por lo tanto predecir el desarrollo de la epidemia". Por ello, dijo, fue necesario adoptar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para virus con transmisión de persona a persona. Estas incluyen un distanciamiento social, cerrar escuelas y prohibir reuniones masivas, tratar casos y contactos, fortalecer la vigilancia epidemiológica, comunicar el riesgo y continuar con la alerta sanitaria, explicó. "De no haber tomado las medidas mencionadas, y si el virus se hubiera comportado de manera distinta, con mayor transmisibilidad y virulencia a la observada hasta ahora, pudiéramos estar observando un escenario" como el pronosticado en 2005, concluyó.