Difícil conseguir un ejemplar. A pesar de que recorrí las librerías de Quito y Guayaquil. Al parecer, el libro es “comprado” en lote apenas aparece en las vitrinas. Igual como sucede con “La muerte del Cóndor” (de Vargas Vila), valiente denuncia del asesinato de Eloy Alfaro, en la que constan autores, cómplices y cómplices. Recuerdo el día (17-07-74). Visito en Guayaquil a mi amigo Jerónimo Avilés Alfaro (+), nieto del Viejo Luchador. Al despedirme me entrega debidamente autografiado un libro. En la portada aparece un chulo que está siendo apuñalado por una “mariposa nocturna”. Observo la figura y pregunto: ¿Qué tiene que ver esta escena con la muerte de Alfaro? ¡Ninguna! Es sólo una treta para despistar a los descendientes de Plaza que se dedican a comprar todos los ejemplares que salen a circulación, porque no quieren que se conozca la verdad del crimen, contestó Jerónimo. Hoy, se repite la argucia de los que se sienten identificados en el libro de Arturo Torres. Pero (el infaltable), de todos modos lo conseguí tras un complicado contacto. “El Juego del Camaleón” involucra a personajes vinculados al Gobierno con las FARC y el narcotráfico. Nombres como Gustavo Larrea, ex ministro de Seguridad, Ignacio Chauvín, ex subsecretario de Gobierno, René Vargas Pazos, Embajador de Ecuador en Venezuela, Ricardo Patiño, ministro de la Política, están mencionados en diferentes circunstancias. Asimismo, en la agenda personal de (a) Raúl Reyes encontrada (febrero 28 del 2007) por el Batallón Putumayo al mando del coronel José Hidalgo durante la ocupación de la base guerrillera “Tasé” (Puerto El Carmen Sucumbíos) aparece gente de la farándula y la política como Gabriela Pazmiño (candidata a asambleísta del PRE), Anabella Azín, candidata a la vicepresidencia del PRIAN, Jorge Brito, ex hombre de Lucio, Cinthya Viteri, Nebot, Marcelo Larrea, ñaño de Gustavo, Lelo Roldós y el “muñeco porfiado” Alvarito. De la lista no se escapa ni el celular de Carlos Vera (094-089696), por su entrevista para la televisión a Raúl Reyes. Aparte se menciona la reunión de Lucio Gutiérrez en una cafetería de Quito con Rodrigo Granja, canciller de las FARC, y la estrecha relación de la “periodista” María Augusta Calle con la dirigencia de la guerrilla que se paseaba libremente en Quito con el conocimiento de las autoridades ecuatorianas. En resumen, “El Juego del Camaleón” constituye una investigación bien documentada que arroja luces en juicios que se ventilan en Cortes y Asambleas sobre “traición a la Patria”, “tráfico de influencias”, “lavado de dinero”, “narcotráfico”, “terrorismo”, etc. Ojalá que jueces y asambleístas tengan suerte y encuentren un ejemplar del libro… antes de que se vuelva a agotar.