Citó como ejemplo a sindicatos como el de la empresa estatal de petróleo, Petroecuador, en el que, dijo, el contrato colectivo estipulaba que por renuncia el trabajador recibía 600.000 dólares. Correa, un economista de 46 años, aseguró que en su administración se buscará equidad, estabilidad laboral y mejores condiciones para los trabajadores, por lo que pidió apoyo a la población para enfrentar a lo que llama "burocracia dorada". Para el gobernante, la elite de los sindicatos ha "ordeñado al Estado como vaca amarrada", por lo que anunció un combate contra la desigualdad en todos los sectores, entre los que mencionó el "empresarial, laboral, clerical, donde esté (la desigualdad)" en busca de una "sociedad más justa, equitativa, digna". En su primer informe de labores después de la victoria para la reelección que, según los resultados oficiales parciales, logró en los comicios del domingo pasado, Correa apuntó que ese día se consiguió un triunfo "histórico". "Eso nos ratifica mucho más en el compromiso de ir más rápido en el cambio", añadió al insistir en la necesidad de lograr justicia social y de tener una "patria mas equitativa y justa para todos". El escrutinio oficial del Consejo Nacional Electoral, con el recuento del 89,10 por ciento de los votos, otorga hoy al presidente y candidato Rafael Correa el 51,7 por ciento de apoyo, lo que consolidaría su reelección en primera vuelta de los comicios generales del pasado domingo en Ecuador. Según la ley, un candidato que obtenga la mayoría absoluta de los votos o el 40 por ciento con una diferencia de diez puntos porcentuales en la primera vuelta será designado presidente. Correa atribuye el "apoyo popular" a que la "gente ve" que los miembros de su equipo de gestión son "auténticos" y ratificó que la política económica de su Gobierno será proteger y promover la producción y el empleo nacional. Ello, dijo, como un mecanismo para afrontar la crisis internacional que se ha sentido más, a su criterio, en países que dependen de mercados específicos. Se refirió a México, país que -señaló- es "el más afectado por la crisis" porque "le apostó todo" al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. "Para no ser vulnerables (a las crisis) dependamos de nuestras propias fuerzas", subrayó el gobernante.