Los resultados tomaron caminos divergentes en las principales ciudades del país; en Quito los agnados y cognados formaron parte del mismo caudal e inundaron las urnas con su verde mensaje de esperanza, mientras que en Guayaquil de la misma manera pero en contrario, el volumen de carga sopesó los mismos quilates. Así las cosas hay dos corrientes políticas numerosas en nuestro país que deben tender puentes de enlaces por el bien de la colectividad ecuatoriana. En Manabí los resultados también fueron sorpresivos, porque las visitas que realizó el presidente con toda la maquinaria estatal para apoyar a su candidato a la Prefectura no dio los frutos esperados, puesto que Mariano Zambrano se convirtió en una aspiradora electoral en los 22 cantones de la provincia. Sin embargo, vale destacar el denodado esfuerzo de la militancia de Alianza País que alcanzó en Portoviejo un trabajo significativo para concejales y asambleístas, e incluso un segundo puesto meritorio para su candidato a la alcaldía. No podemos dejar de mencionar el repunte del ex presidente Lucio Gutiérrez y su partido que ha ganado curules y concejalías en el país; todo lo cual configura el hecho cierto de que, sin proponérselo, el Coronel se ha convertido en el líder de la oposición. Vale recalcar el hecho de que él supo escoger a su candidato a la Alcaldía de Portoviejo a una persona con muchos atributos que fueron valorados por la comunidad portovejense. El gran perdedor es Álvaro Noboa, pues en sus tres participaciones anteriores siempre fue finalista; pero en esta ocasión, considero que no tuvo el deseo personal de ser candidato, sino que lo hizo por otras circunstancias inconfesables. Es importante reseñar el hecho de que estos comicios han tenidos varias características novedosas, como por ejemplo la participación de los jóvenes de 16 años, de la fuerza pública, de los migrantes, de los internos de los centros de rehabilitación social y, finalmente, la participación en campaña de un presidente en funciones que le permitió ganar en una sola vuelta. En la mesa política han quedado las cartas descubiertas, el sector que tiene el poder y una oposición dispersa en proceso de aglutinación; quien se porte mejor en estos cuatro años accederá al poder y al cambio. "Quien se porte mejor en estos cuatro años accederá al poder y al cambio"