El presidente Rafael Correa y el vicepresidente Lenin Moreno lograron, aunque en porcentaje menor al de las elecciones anteriores, recibir el apoyo a sus ejecutorias realizadas durante los dos años que llevan en el poder. Pero aquello también conlleva un mayor compromiso del gobierno para con sus electores, pues éstos esperan que ahora sus gobernantes sí cumplan con las promesas de cambios que se encuentran atrasadas por la serie de elecciones llevadas a cabo para obtener la hegemonía que, al parecer, ya han logrado. En estas circunstancias es preciso que los ganadores recuerden que el país es uno solo y que la administración del mismo abarca a todos quienes lo habitan, sin diferencia de ninguna clase, por lo cual es conveniente iniciar las acciones para una concertación nacional. En lo referente a las dignidades sectoriales, los datos extraoficiales son muy escasos y encontrados, especialmente los que se relacionan con las alcaldías de Portoviejo y Manta, lo que ha permitido que los candidatos que se consideran con más opciones se proclamen triunfadores, creando una atmósfera de incertidumbre que requiere mesura en su trato. Aquello obliga a ser cauteloso en las informaciones a proporcionar y a difundir, siendo necesario esperar los datos oficiales del organismo electoral para dilucidar esta inquietud general. Llamamos, entonces, a la calma, a la responsabilidad política de los candidatos y sus seguidores, para culminar esta fiesta democrática con la misma tranquilidad que imperó en la jornada cívica de ayer.