Para quienes han estado ejerciendo constantemente su derecho al voto indudablemente ésta será una nueva práctica de la democracia, pero para quienes lo hacen por primera vez, como los menores de entre 16 y 18 años de edad, los extranjeros con residencia de por lo menos cinco años, los policías y militares, tendrá un significado especial, aunque para ellos el voto es optativo, como lo es para los mayores de 65 años, los discapacitados y los residentes en el exterior. Esta reforma constitucional, que será aplicada a partir de las elecciones de hoy, ha causado expectativa nacional, puesto que un buen número de sujetos hasta ayer políticamente pasivos, desde ahora serán parte del conglomerado social que tome las decisiones soberanas en este país. Aquello ha motivado a mayores suspicacias de las que normalmente se presentan en estos eventos, unido a lo relacionado con la creación de las llamadas juntas intermedias que tendrán a su cargo la recepción de las papeletas provenientes de las Juntas Receptoras del Voto para copiarlas y remitirlas directamente al CNE en Quito. Sin embargo, creemos que el organismo electoral cumplirá con eficiencia su ardua y patriótica labor de llevar transparentemente el proceso electoral, factor indispensable para reforzar los principios de aquella democracia que motiva al ciudadano a responder al llamado a votar. Y estamos seguros que el CNE se entregará por entero a su labor para garantizar que los resultados a proclamar sean el fiel reflejo de la voluntad popular depositada en las urnas.