terminal Las frecuencias de las cooperativas de transporte, aumentaron debido a la demanda de pasajeros desde diferentes partes del país, con motivo de las elecciones de hoy
Aunque signifique una odisea viajar, muchos utilizan las elecciones para volver a su lugar de origen.
María del Carmen Giler es natural de Flavio Alfaro, pero vive en Guayaquil desde hace 23 años, nunca se ha cambiado de domicilio electoral, porque este tipo de eventos es una razón para visitar a sus padres, ya que por razones de trabajo, no siempre puede hacerlo.
Época
de reencuentros
Darwin Zambrano viajó hace 10 años hasta El Empalme en busca de trabajo, allá formó su hogar, pero a la hora de sufragar, vuelve a su natal Junín.
Manifiesta que tiene la esperanza de ver sus amigos de la juventud, porque está seguro que muchos que también han emigrado, volverán en esta ocasión.
El viaje más caro
que la multa
Otros pasajeros como Mery Cedeño dice que pidió el cambio de domicilio pero que siguió empadronada en Calceta - Bolívar, señala que por la situación económica le hubiera gustado quedarse en Cuenca, donde vive actualmente, porque el pasaje es más caro que la multa que le toca pagar, esta vez viajó, pero para las próximas elecciones, espera no hacerlo.
Lástima que
haya Ley seca
Héctor Maldonado, vivió hasta hace 4 años en Tosagua, ahora vive en Guayaquil, porque estudia y trabaja, se mostró feliz de volver y lo único que le apena es que haya Ley seca y no puedan celebrar "como se debe" con los amigos que seguramente llegaron desde otros lados del país"
El abrazo fraterno
En este mismo ambiente de reencuentro, es común ver la ansiosa espera; es lo que sucedió a Natalia Mendoza, quien esperaba a su hijo que venía desde Loja, ella sabía que el carro llegaría a las once, pero desde las diez estuvo en el terminal, hasta que pudo darle el cálido abrazo que le debía desde hace meses.
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